Ya he vuelto, ayer hizo justo una semana que cogía un vuelo dirección Paris Orly para asistir a mi cuarto Gran Premio de la temporada, esta vez en Francia.
De París a Le Mans hay más o menos 1 hora y media y para aquellos que queráis ir alguna vez
hay dos opciones para llegar: la primera y más fácil es coger un coche de alquiler para llegar hasta allí pero sino también hay un autobús hasta la estación de Montparnasse y allí se puede coger un tren que te deja en el pueblo de Le Mans.
Nada más llegar me encontré con un mecánico de un equipo de Moto2 que había alquilado un coche y se dirigía al circuito solo, así que me pude ir con él y ahorrarme el trayecto en tren. Una vez allí todos los equipos que ya habían podido entrar en el paddock estaban trabajando montando los hospitalitys así que como hacía mucho viento y frío
decidí pasar la tarde encerrada en el camión con el portátil viendo un par de películas:
Supercross y
(500) days of summer.
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Montando el hospitality del AB Cardion |
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Viendo una película en el camión |
Nunca antes había estado en el circuito de
Le Mans y después de esta semana os puedo decir que
no me gusta nada. El paddock está partido en mil partes y tienes que andar kilómetros y kilómetros para ir de una parte a otra.
Si a todo esto le sumas que el clima no es su fuerte... Me he pasado una semana andando bajo la lluvía, mojándome y medio enferma con un resfriado que ya llevaba de casa. Los alrededores del circuito están repletos de campamentos donde ya desde el jueves había miles de personas armando "jaleo" hasta altas horas de la madrugada y no se podía dormir. En definitiva, un Gran Premio para olvidar en cuanto a experiencia se refiere.
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El centro de Le Mans |