Esto es lo que pasó con este que hoy he decidido rescatar y publicar antes de que empiece la temporada 2015 porque creo que se trata de una historia curiosa, una historia con la pura esencia del backstage de MotoGP - cómo me gusta llamar a las cosas/historias que solo descubres si "vives" el paddock -.
Espero que os guste.
Una maleta repleta de sorpresas para la sesión de clasificación
Cada vez que Anthony West entra en su box minutos antes de que inicie la sesión clasificatoria de Moto2 se encuentra con un regalo sorpresa al lado de su casco. Cada fin de semana es algo distinto pero siempre relacionado con su país natal, Australia. Pero, ¿quién es el encargado de poner ese pequeño amuleto en su lado del box?
La “culpable” es la australiana Deborah Funoo y su familia que hace ya dos temporadas que recorren el mundo siguiendo el Mundial de MotoGP apoyando económicamente y “moralmente” al piloto de Gold Coast, “la idea surgió a mediados del año pasado cuando me di cuenta que no había nada que pudiera hacer para ayudar a Anthony en el Qualifying Practice así que decidí dejarle en el box algo que le hiciera estar más “cerca” de nuestro país y así salir a pista con la fuerza necesaria para una buena clasificación.”
Deborah iba y venía desde Australia a las carreras en 2013 pero este año, junto a su marido y su hija, han decidido pasar la temporada en Europa viviendo en una caravana viajando de circuito en circuito, “llegamos tres semanas antes del Gran Premio de Jerez y compramos un motorhome en Inglaterra, no volveremos a Australia hasta después del GP de Aragón e iremos a Phillip Island y Sepang”.
Junto a ellos viaja una maleta repleta de sorpresas para el piloto del QMMF Racing Team, objetos que son dejados con gran delicadeza en la parte del box del australiano mientras este se prepara para salir a pista en el camión. En lo que va de temporada West ya se ha encontrado con un canguro en Jerez, un ornitorrinco en Le Mans, Vegemite – una pasta de untar en las tostadas elaborado con extracto de levadura – en Mugello y un koala en Barcelona. Deborah lo tiene todo planificado pero prefiere mantenerlo en secreto.
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