Artículo publicado el 10 de septiembre del 2011:
Podríamos decir que ha sido una semana bastante entretenida con carreras de aquellas que todos los aficionados queremos ver.
Llegamos el jueves por la noche y pasamos la noche en Rimini. El viernes por la mañana nos dirigimos al circuito donde empezaba la acción del fin de semana. Antes pero, tuve que ingeniármelas para poder llegar hasta el centro de acreditaciones donde se encontraba mi pase, en Misano está situado a 3km del circuito – lejos, muy lejos! Suerte que al llegar al circuito salía un amigo que me acercó con el coche y luego me las ingenié para volver con un fotógrafo italiano que también había ido a por su acreditación.
Nada más llegar fui en busca de un sitio en la sala de prensa, los viernes de Gran Premio suele estar ya casi todo el mundo situado y encontrar un sitio a veces no es fácil. Una vez el situada, salí a saludar a todos aquellos que solo veo de GP en GP. El viernes suele ser un día más o menos tranquilo con los entrenamientos libres así que aproveché para pasear, hacer fotos para actualizar el Twitter de Solo Moto y asistir a la rueda de prensa del tejano Colin Edwards que presentó su nuevo proyecto en la categoría reina la próxima temporada.
Durante los días del GP dormíamos en un agroturismo de Pesaro llamado Il Poggio, un restaurante donde se come genial y donde también ofrecen servicio bed&breakfast. Por un momento pensábamos que nos quedábamos en la calle porque la valla estaba cerrada y allí no había nadie. Cuando llamé a la mujer me contó que había estado llamando toda la tarde a mi móvil (yo no recibí ninguna llamada, misterios de la telefonía) porque no sabía a que hora íbamos a llegar, quizá si es verdad que deberíamos haber llamado para informar de que llegaríamos tarde, eran las 00.30 cuando llegamos.
El sábado antes de ir al circuito fuimos a desayunar, y ¿Dónde mejor que en Tavullia? Nos pillaba de camino al circuito y decidimos pararnos allí a tomar un café y así ver la nueva pizzería de Valentino, “da Rossi” y su tienda oficial. Una vez desayunadas fuimos hacia el circuito y me volví a encerrar en la sala de prensa para ver los clasificatorios. A media tarde salí de allí para poder disfrutar un poco de la tranquilidad del paddock a esa hora, cuando ya no hay tanta gente y no tienes que ir pidiendo permiso para pasar. ¡Misano es uno de los circuitos donde el paddock está más lleno de gente!
El domingo llegó, el día de las carreras… ¡y qué carreras!. Durante el tiempo que los pilotos están en pista la sala de prensa esta prácticamente vacía, en cambio allí estaba yo, libreta en mano atenta a todo lo que sucedía. Eso sí, en cuanto termina el podio y la rueda de prensa de cualquiera de las categorías llega la estampida de periodistas y fotógrafos a descargar material.
En Misano se cumplía un año de la muerte de Shoya y aunque no hubo demasiados actos en recuerdo, sus padres quisieron regalar a todos los miembros del paddock, prensa incluida, una tela con la imagen de Shoya firmada. Sin duda un gran detalle. El lunes durante los test de MotoGP, los padres pidieron parar los entrenamientos a las 12 para dirigirse al sitio del trágico accidente a dejar flores y hacer un minuto de silencio.
Por la tarde, con el trabajo hecho y a la espera de los comunicados del Mundial de Superbikes en Alemania, salí a socializarme un rato. Estuve con mis chicas, Alessandra e Ivette en el hospitality del Yamaha Tech3 merendando, jugando con Federico (el hijo de Isa, la chica del hospitality de Severino), jugando con una pelota de futbol con Domi y Marco… también estuve hablando con Zarco tras su “cagada” en la carrera de 125cc.
Según me contó estuvo concentrado durante toda la carrera (y así lo demostró) pero en la última curva el pensaba que Nico estaba mucho más pegado a él, se desconcentró y perdió la cabeza, como él me dijo “ho perso la testa”. Me contó que se puso muy nervioso se giró para ver donde estaba y perdió potencia y fruto de los nervios, de la perdida de concentración y de la ida de olla solo se le ocurrió poner el brazo. Johann tenía los ojos de haber llorado toda la tarde y aunque lo que hizo no puedo justificarlo espero que aprenda de los errores y gane confianza en sí mismo, porque uno de sus problemas es la falta de confianza de que sí puede ganar una carrera.
A media tarde, después de despedirnos de todo el mundo, nos fuimos todos al restaurante Il Poggio de Pesaro a cenar (el sitio donde dormíamos). No había visto tanta comida – y buena! – encima de la mesa… como el fin de semana del GP acabas agotado, después de cenar nos fuimos a dormir. Aún nos quedaban un par de días (en principio solo 2) para visitar otra vez los rincones más bonitos de la zona.
Ahora a esperar al próximo, esta vez no habrá que esperar demasiado, el próximo fin de semana GP de Aragón, aunque primero Shoya’s Day en Alès el martes 13 de septiembre.
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